¿Por qué no tomar agua de la llave?

Aunque beber agua del grifo pueda parecer seguro y sensato, el líquido no es estéril, y su conservación depende de numerosos factores que nunca se cumplen por completo.

Por ello, le mencionaremos algunas enfermedades que le puede provocar el tomar agua de la llave:

  • Cáncer

Las personas que optan por beber agua del grifo de forma habitual se exponen con el tiempo a una serie de sustancias químicas y microorganismos. Esta agua contiene agentes contaminantes, como el arsénico y el cloro, que aumentan drásticamente el riesgo de contraer cáncer.

  • Cólera

Es una enfermedad mortal caracterizada por vómitos intensos y diarrea que, si no se trata, puede causar deshidratación grave. Para su tratamiento se requieren sueros orales y potentes antibióticos contra el patógeno bacteriano responsable de su propagación.

  • Disentería

La ingestión de agua contaminada es una causa típica, que provoca inflamación y ulceración en el intestino grueso y causa síntomas como fiebre, malestar, molestias estomacales y diarrea con sangrado. Aunque puede tratarse con medicamentos, líquidos y limpieza de colon, es necesaria una atención médica seria, que puede requerir hospitalización. Shigella es el nombre de la ameba que la transmite.

  • Gastroenteritis

Los niños y los bebes son los más afectados por este tipo de enfermedad diarreica, que es la más frecuente en las comunidades. Se produce por una infección grave provocada por el consumo de virus y bacterias, que inflaman la barrera intestinal. Normalmente, aparece como una imagen vírica y va seguida de diarrea, vómitos, fiebre y numerosas deposiciones. Los tratamientos más comunes para combatirla incluyen sueros orales, antidiarreicos y antibióticos.

Por ello, le recomendamos que instale un purificador de agua de peltre en su casa con el objetivo de que usted tome agua fresca y libre de contaminantes, que a su vez, le ayudará a no contraer alguna de las enfermedades antes mencionadas.

¿Qué es el agua potable?

El agua potable es agua segura para el consumo humano, lo que significa que puede utilizarla para lavar platos, preparar alimentos y/o ingerirla directamente.

Dado que el agua es el disolvente universal y es extremadamente común en la Tierra, a menudo tiene disueltos una variedad de elementos y sustancias que pueden afectar al sabor, color y olor y pueden o no ser visibles a simple vista. Esto podría suponer un riesgo para su salud.

La calidad del agua potable de una comunidad o de un país depende en gran medida de los mecanismos para purificar el agua. Debido a la presencia de compuestos tóxicos u organismos infecciosos en ella, se han dado numerosos casos de epidemias o intoxicaciones de gran magnitud.

El agua de los mares y océanos, a pesar de no ser aptas para el consumo humano por su enorme cantidad de sales disueltas, se ve continuamente amenazada por la contaminación del agua, el suelo y el aire.

Características

La normativa de la Unión Europea establece que el agua potable debe tener un pH entre 6,5 y 9,5 y un contenido de sales, minerales e iones (incluidos sulfatos, cloratos, nitritos, amonio, calcio y fosfato) dentro de los niveles aceptables.

Por otro lado, tiene que estar lo más desprovista posible de bacterias, virus y otros gérmenes patógenos, así como de cualquier material orgánico o radiactivo o partículas en suspensión. Esto indica que cumple unos criterios de pureza medios, lo que la hace segura para su ingestión cotidiana y sin restricciones.

¿Para qué sirve?

La mayor parte del tiempo, el agua potable se utiliza para el consumo directo, como beber, cocinar o limpiar alimentos. 

Al igual que el agua potable es esencial para el sector alimentario, la agricultura utiliza con frecuencia agua reciclada o tratada. Se emplea en la producción de alimentos y bebidas, la creación de productos farmacéuticos y otros bienes químicos, la limpieza de instalaciones médicas, etc.